San José volvió a tumbar a Bolívar ayer en La Paz (1-2), como en diciembre pasado; le ganó en el estadio Siles y ante el público celeste —aunque como de costumbre el equipo santo también tuvo su parcialidad—, y acrecentó el malestar que hay en la Academia sobre todo contra su entrenador, porque con Ruben Insua las cosas no andan bien.
Aunque estaban frente a frente dos conjuntos con realidades diferentes, uno copero y peleando por la punta, y el otro de mitad de tabla para abajo, intentando salir de sus problemas, se impuso el juego simple propuesto por San José, la disciplina táctica que fue su pilar y, además, sus aciertos en la definición, que fueron determinantes.
Con esos argumentos, el cuadro visitante desnudó la fragilidad del sistema defensivo de la Academia, que no fue su único mal, porque de mitad de cancha para arriba tampoco funcionó.
Bolívar cayó (mal anticipo de su cumpleaños, mañana 12), justo antes de presentarse de nuevo por Copa Libertadores el jueves, día que su futuro en el torneo internacional estará en juego en una difícil visita al Cali colombiano. Por eso, tras perder ayer, la pregunta es si podrá lograr la victoria, el único resultado que le sirve.
Con el cero que incomodaba a Insua y compañía, cerca del final de la primera parte llegó el primer gol de San José (sin hacer mucho ruido llegaba, mientras que las opciones de Bolívar eran escasas): Jhosimar Prado definió por sobre el arquero a los 44 minutos. Un balde de agua fría para los hinchas bolivaristas.
En la reanudación mejoró un poco el juego de la Academia, que generó más situaciones de ataque, pero se encontró con un inspirado golero Juan Carlos Robles.
Además, Rudy Cardozo mandó la pelota al travesaño (33').
San José no se cayó, mantuvo la línea todo el tiempo y fue efectivo en la marca.
Cuando Bolívar más insistía llegó la segunda conquista: José Ayala, desde la mitad de la cancha, vio adelantado a Quiñónez e hizo un golazo a los 42.
Juan Carlos Arce solo pudo descontar de penal (45) y aunque se jugaron cinco de adición, Bolívar no halló la fórmula para empatar y tampoco lo merecía.
Como equipo el celeste no funciona y sus puntales fallan
Bolívar jugó mal ayer y lo pagó caro. Varios de sus futbolistas rindieron por debajo de su nivel y eso afectó en el juego colectivo ante un San José que con orden lo neutralizó y superó.
No fue la tarde de Juan Miguel Callejón ni de William Ferreira, quien reapareció. El español no encontró conexión con la gente de ataque, incluso fueron pocas las veces que llegó hasta el área. En el caso del uruguayo, se nota que todavía debe recuperar ritmo.
Juan Carlos Arce luchó, corrió, pero muy poco pudo hacer frente a un sistema defensivo que funcionó de manera impecable.
Tampoco los laterales Erwin Saavedra y Francisco Rodríguez aportaron, fueron contadas las veces que subieron.
El arquero Romel Quiñónez estaba adelantado cuando José Ayala remató desde media cancha, volvió apresurado para tratar de desviar la pelota, pero fue superado por la fuerza del envío. Ese tanto —el segundo— sentenció el partido, aunque Arce logró de inmediato el descuento.
El DT Ruben Insua trató de cambiar el funcionamiento con los ingresos de Rudy Cardozo, José Luis Sánchez Capdevila e Iván Borghello; si bien la producción mejoró, no fue suficiente.
San José mostró un juego parejo de equipo y así pudo llevarse las tres unidades.
Zaguero Cardozo está en duda
Lesionado
Facundo Cardozo tiene el tobillo derecho inflamado y es duda para el partido del jueves contra Deportivo Cali en Colombia.
Tratamiento
El cuerpo médico inició ayer la recuperación del jugador. Hoy se sabrá los resultados de exámenes.
La figura
Juan Carlos Robles fue lo mejor de San José. Con sus intervenciones, sobre todo en el segundo tiempo, el arquero dio confianza a un equipo que en general respondió en todas sus líneas.
Otra cara
Hasta hace poco San José iba por mal camino, sin rumbo. Con la llegada de Marcos Ferrufino, de regreso a la dirección técnica, su rendimiento ha mejorado sustancialmente.
El árbitro
Regular fue la tarea de Joaquín Antequera, quien se mostró condescendiente con varios jugadores que utilizaron el juego violento para evitar el desplazamiento de sus rivales.
Destacados
Mario Parrado y Augusto Andaveris, de San José, tuvieron un buen desempeño; uno dedicado a destruir el juego de Bolívar en el medio, y el otro se bastó para inquietar a la defensa.