Los jugadores de San José presionaron con un nuevo paro, al presidente electo Wilfredo Ortuño, para que cancele los sueldos retrasados de septiembre y octubre, caso contrario continuarán con la medida durante los días de preparación del equipo de cara al partido del jueves ante The Strongest. "Ellos (la actual dirigencia electa) nos dijeron que los candidatos se inscribían con 100.000 dólares y con eso nos iban a cancelar", sostuvo el delantero Augusto Andaveris.
La dirigencia que ganó las elecciones el domingo, recibió a los futbolistas en la sede y les propuso pagar un adelanto, o en caso de rechazar la oferta, se advirtió de jugar con juveniles el compromiso ante los atigrados. Ortuño aclaró que hasta que no sean posesionados el jueves 26 de noviembre, no pueden ejecutar ningún movimiento económico.
El perjuicio es grande para el cuerpo técnico de Freddy Cossío que tenía planificado desarrollar trabajo físico de cara al partido contra The Strongest, para recuperar algo del tiempo perdido, por otro paro que se cumplió, durante el receso por los partidos contra la selección boliviana.
Los jugadores sólo atinaron a realizar futbol tenis a la espera de una comunicación de la dirigencia que los llamo a la sede del club, ubicado en calle 6 de octubre y Caro. El grupo se presentará a las prácticas el martes en la mañana, pero no garantizan entrenar, en caso de no existir un pago económico.
Sin recursos
El presidente electo volvió a reiterar que recibirá un equipo deficitario y sin ningún tipo de ingreso, puesto que todas las cuentas de San José ante la Federación Boliviana de Fútbol y la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, se encuentran intervenidas por el Servicio de Impuestos Nacionales. La entidad estatal pide el pago de más de 9 millones de bolivianos, una gran mayoría por las sanciones y multas de una mala declaración.